Fueron los mahos los primeros que se abastecieron de las aguas de este lugar, el cual se cree que podía ser el motivo que incitó a los primeros conquistadores para instalarse en este emplazamiento. Entre 1404 y 1485 los pozos que se encontraban aquí fueron fundamentales para el proveer de agua a la población del sur de Lanzarote. Una vez y se instala la capital insular en Teguise por los ataques de piratas y corsarios, los pozos se siguen utilizando.
Gracias a ellos, los vecinos del lugar mantenían sus ganados y así mismos, por lo que además, al estar en este sitio, podían intercambiar productos con los barcos que atracaban en la costa en busca de cal, cereales y ganado.
Estos pozos se encuentran cercanos a la playa y han sufrido diferentes reutilizaciones. Pero lo más importante es donde están ubicados, un lugar estratégico en el que Jean de Bethencourt y Gadifer de la Salle se aprovecharon para controlar el estrecho entre Lanzarote, Lobos y Fuerteventura para su conquista de la Canarias Oriental.