Volvemos a la isla de El Hierro, concretamente a la Cueva de la Candía en el Municipio de Valverde. En su interior posee grabados rupestres y ha sido declarada Bien de Interés Cultural. Descubierta por Aquilino Padrón en 1875, también fue objeto de estudio por los franceses Berthelot y Verneau, los cuales ya desde ese entonces relacionaron los carácteres alfabéticos de la cueva con las poblaciones líbicas y númidas.
Estos grabados se encuentran en la cornisa de la cueva y según la tradición fue un lugar de sepulcro, en el que a día de hoy faltan evidencias arqueológicas que lo demuestren. El yacimiento se situa en el cauce de un barranco, cerca de un lugar de captación de agua, es decir, un Ere, palabra usada por los bimbaches y que todavía en el norte de África se sigue utilizando para lo mismo.
Una de las teorías que intenta explicar el significado de los grabados de El Hierro defiende que los grabados se encuentran en zonas donde corre el agua, ya que al escasear ésta en la isla, los indígenas podrían hacer rituales propiciatorios de la lluvia en estos sitios. Aunque también podría tratarse referencias a los individuos aquí sepultados.
Imágen: Springer Bunk, R. y Jiménez Gómez, M. C., 1996: 267