El Dr. Chil y Naranjo nace en marzo de 1831 en la ciudad de Telde (Gran Canaria). Se trata nada más y nada menos que del antropólogo más importante de canarias en el siglo XIX. Gracias a la ayuda económica que recibió de un tío sacerdote, tras acabar el bachillerado se va a estudiar a París donde se convierte en Doctor en Medicina y Cirujía en 1857. Instalado posteriormente en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria dedicó un tiempo a impulsar conocimientos biológicos y de antropología biológica.
Apasionado por los temas arqueológicos, históricos, antropológicos y naturales, inicia estudios sobre esta índole en el Archipiélago Canario; siendo incluso el iniciador de los estudios de antropología física en las islas. Éste se formó el Francia a manos del profesor Paul Broca, quién fundó la sociedad antropológica de París de la que Chil y Naranjo fue miembre a partir de 1875. Pero su obra cumbre, iniciada en 1861, sería "Estudios históricos, climatológicos y patológicos de las Islas Canarias". Una obra prohibida por el Obispo de Canarias de aquel entonces por promover y defender ideas darwinistas.
En 1879, junto con otros eruditos del momento como Víctor Grau-Bassas, Juan Padilla, Andrés Navarro Torrens y otros, funda el Museo Canario, un museo de historia natural y antigüedades de las Islas Canarias con una biblioteca. Una institución de la que fue director hasta su muerte en 1901.
En su trascendencia como arqueólogo ayudó al avance en la investigación de las islas, ya que como médico realizó estudios antropológicos de las poblaciones indígenas canarias. Las bases teóricas de Chil y Naranjo, superadas en la actualidad, sostenían que la población indígena canaria había desarrollado una cultura neolítica; una teoría exitosa hasta los años 60 del siglo XX.
En el trabajo de campo la metodología arqueológica de la época no era tan rigurosa como hoy día, ya que como sus colegas franceses su interés estaba en rebuscar restos antropológicos ya que tenía un excesivo interés por los mismos.