Seguramente todos nos hemos preguntado alguna vez cómo sería la isla antes de la conquista. En el norte de Gran Canaria, si viajásemos al pasado, nos encontraríamos con la denominada Selva de Doramas, un antiguo bosque subtropical con una gran exuberancia de plantas y árboles. Esta formación boscosa se conoce también como laurisilva, donde conviven numerosas especies vegetales.
Por otro lado, esta selva significa también el refugio del guerrero canario Doramas, el cual hizo una fuerte resistencia a la conquista europea en torno a 1478, hasta que finalmente moriría siendo asesinado a traición por el conquistador Pedro de Vera en la Batalla de Arucas.
Actualmente, se conserva muy poco de la vegetación que antaño ocuparía la mayor parte del paisaje norteño de la isla. Esto es debido principalmente a la gran deforestación que sufrió tras la Conquista con el objetivo de utilizar las tierras para la producción de caña de azúcar y por la demanda de madera para estas plantaciones.