A medio camino entre Gáldar y Agaete nos encontramos con más asentamientos indígenas como, en este caso, las Cuevas de Las Cruces. Se trata de un conjunto de cuevas artificiales excavadas en la toba, aunque la mayoría han sido reutilizadas en épocas posteriores a la conquista, incluso en la actualidad. Aún podemos observar en algunas cuevas su antigua morfología, así como restos que nos indican pocas dudas sobre su origen prehispánico.
Tras explorar la zona, hemos hallado un canalillo bastante grueso que intercomunica una serie de tres grandes cazoletas excavadas en el suelo, si bien es difícil apreciar estos elementos ya que aparecen llenos de sedimentos de tierra y plantas. Este conjunto parece estar asociado a unas cuevas que no parecen que tuvieran un uso habitacional, sino de un carácter más simbólico, por lo que podríamos estar ante una especie de santuario mágico-religioso que sería utilizado por los indígenas de este poblado.