En Gran Canaria, la cerámica presenta mayor complejidad de formas, tratamientos para su conservación y motivos decorativos que en otras islas. También es donde hay una singular variedad de asas: de "aleta", en picos, en curva cerrada sobre el borde de la vasija, de mango vertical perforado en su base, de doble mango a nivel del borde, etc.
Ésta presenta técnicas variadas que van desde las más primitivas (incisión, impresión y acanalado) hasta las más avanzadas como las que poseen color. Los dibujos, que son geométricos, aparecen por toda la curva del vaso, alternándose motivos de líneas rectas, curvas, paralelas, en arco, en forma de triángulo, etc.
Los distintos tipos de vaso son: Ovoides, semiesféricos, cilíndricos, casquetes esféricos, troncocónicos, bitroncocónicos, globulares y cernados. La cerámica de Gran Canaria es una cerámica que tiene color. Aunque se habla de tres colores empleados en la decoración (rojo, negro y blanco), el empleado mayormente ha sido el rojo, procedente del almagre o barro rico en óxido de hierro (engobe).
En las imágenes les presentamos un recipiente de cerámica indígena fotografiado en 1995 por José Ignacio Sáez en Gáldar (Fuente: FEDAC).