Aún recuerdo cuando subimos a uno de los acantilados más grandes del mundo, el Risco Faneque (Gran Canaria). Si quieren subir desde El Risco de Agaete tengan muchísimo cuidado, los majanos de piedra están mal puestos y pueden pasarse horas y horas vagando por donde ni siquiera hay camino. Lo más importante es llevar agua, y que por dios no se acabe. Aunque esté lloviendo allí puede hacer mucho calor y deshidratarse no es nada agradable.
Lo mejor de la caminata es que se puede disfrutar de los animales como quien va a un safari. Grandes aves volando sobre ti, todo tipo de pájaros y saltamontes, además de cabras silvestres espectaculares. Y en la cima, a parte de las impresionantes vistas, hay una pequeña estructura de piedra roja que parece ser nueva; y algún listillo intentó hacer una cazoleta, aunque se olvidó de retirar los escombros de lo extraído. Buen intento, pero sepan todos que el patrimonio natural también es patrimonio.